¡Saludos TGamers!
De la mano de Techland (y distribuido por Warner Bros e
Interactive entertainment) llega Dying Light, un survival horror en primera
persona que te hará recordar buenas épocas para éste “golpeado” género de los
videojuegos. Si eres fanático de los zombis y el ambiente pos apocalíptico, sin
duda estamos en la misma onda pues, hemos jugado este título con altas
expectativas, y nos ha sorprendido en ciertos aspectos (sin dejar de tener sus
abolladuras).
En Dying Light nos encontraremos
con un mundo abierto y peligroso, debiéndonos a la tarea de sobrevivir a un
apocalipsis Zombi que ha tomado nuestro entorno, a través de la exploración
urbana y extra urbana, contra un virus que sigue expandiéndose por doquier.
Podremos utilizar diversas armas para cumplir con nuestro cometido, además de
trampas, en nuestras diversas y terroríficas jornadas de buscar suministros ,
salvar sobrevivientes que bien pudieran ayudarnos o sepultarnos durante nuestro
viaje o simplemente rastreando partes para crear armas y defendernos de una
mejor manera.
Los infectados por el virus son
ciertamente lentos, lo cual nos recordará las antiguas películas de Zombis
donde los protagonistas podían escapar caminando de espaldas, pero el reto no
está en su agilidad sino en el número, ya que no te encontrarás regularmente
con uno o dos de ellos sino media o una docena. Pero tranquilo (a) que podrás
esconderte en el tejado para huir de las hordas hambrientas de carne humana.
Durante el transcurso de la noche
“el lobo se convierte en oveja”, porque, si bien podrías estar relativamente
tranquilo (a) durante el día, cuando el sol se oculta los infectados se tornan
más agresivos, te empujan, acorralan, golpean más fuerte, e incluso podrán
escalar las edificaciones y saltar más alto, por lo que deberás pensarlo dos
veces antes de ocultarte en un techo porque podrías estar dictando tu propia “sentencia
de muerte”. Deberás usar tu instinto de cazador y las trampas para tratar de
escapar, pero ellos te seguirán hasta el amanecer. Demás detallamos varios
tipos de infectados que te estarán persiguiendo, con diferentes características
entre cada uno y marcadas diferencias, incluso uno que te deja una “marca”
(como ganado) para que todos te sigan, haciéndote casi imposible el escape.
En Dying Light nos meteremos en
la piel de Kyle Crane, un trabajador de SAI (Organización en la sombra).
Soldado que llega a la ciudad en medio oriente (Harran) para buscar a un
político importante a nivel local, llamado: Kadir Suleiman. Deberemos hacer los
“encargos” por parte de ciertos grupos de supervivientes a cambio de
información sobre su paradero, pero las vueltas del destino irán moldeando
nuestro objetivo conforme la aventura avanza.
Tendremos una variedad importante
de trabajos o encargos secundarios que nos ayudarán a conseguir mayor
experiencia e inventario de armas e ítems, como también un dinamismo importante
con las edificaciones, ya que podremos realizar parkour para combatir las
hordas de Zombis que nos quieren devorar (un elemento muy importante de la
entrega); esto último nos ayudará contra el enemigo más peligroso, el
depredador número uno del juego “Los humanos”, que en organizaciones delictivas
como bandidos o ladrones, intentarán hacer todo lo que esté en sus manos para
sobrevivir.
Entre las novedades podremos
ocultarnos bajo “restos” de Zombis, y tendremos la necesidad de explorar hasta
el último rincón en búsqueda de elementos para el botiquín (gasas, pilas,
cuerda, entre otros) y mejoramiento de armas finitas o con cierta duración
(cates, machetes, etc.), a eso se suma la interrogante ¿cómo sabré lo que
necesito?, pues tranquilo (a) que hay manuales que te ayudarán en tu aventura.
El apartado gráfico es casi impecable,
sin embargo falla en ciertos contrastes cuando no hay suficiente “iluminación”
en el entorno que exploramos, o a las lejanías con objetos que pueden parecer
pequeños y al acercarte no lo son tanto.
La banda sonora nos sumerge en el
escenario, ya que los infectados estarán atentos a todo sonido extraño y
nosotros deberemos estarlo también, gruñidos, pasos y arrastres o choques
pueden darnos la clave para sobrevivir y escapar del encierro Zombi. Otro
elemento excepcional es que luego de finalizar el juego, tendremos misiones
secundarias pendientes, sobrevivientes qué rescatar, paquetes que llevar y
objetivos “no tan justificados” qué conseguir, además de varias áreas que
podemos despejar y aprovechar de abalanzar todo nuestro “Arma-gedón” de fuego y
pólvora sobre las hordas infectadas.
Entre los detalles mejorables
podemos mencionar el hilo argumental del juego, el cual en ciertos pasajes
parece muy obvio, además que el factor lineal entre las acciones puede ser muy
literal (caso en que morimos, volvemos a atacar un jefe y tiene menos vida,
como la que le quitamos antes de morir, y nosotros menos recursos, los que
gastamos en el mismo tenor. Cuestión que parece que seamos un ejército de
personajes en vez de uno y le quita cierto reto). Al fracasar un ataque, morir
y volver, los enemigos estarán alerta como si supieran que vienes, tanto zombis
como humanos, así que no hay continuidad real y lógica entre “vidas”.
También añadiremos que nos
descubren sin motivo, en ocasiones, mientras estamos en modo sigilo y algunos
enemigos no reaccionan a tiempo o se quedan “pasmados” cuando nos ven, sin
cubrirse o atacar, simplemente recibiendo una “lluvia de balas” o un “batazo en
la frente”.
El modo cooperativo es uno de los
puntos fuertes de Dying Light, puesto que tendremos un cooperativo de cuatro
jugadores, cuatriplicando una muy divertida experiencia entre amigos, en la
cual podrás competir en estadísticas y ciertos aspectos que es mejor lo
descubras por ti mismo (matar al jefe, llegar primero al enemigo, porcentaje de
acierto en disparos, etc). También puede jugarse de forma online si no tienes
con quien jugarlo de forma local.
Un modo también excelente es el “Be
the Zombie”, donde encarnaremos un infectado e “invadiremos” la partida de otro
jugador (online) para acabar con él y subir nuestras estadísticas de muertes,
lo cual también podemos habilitar para nuestra partida y desactivarlo si no te
agrada.
Dying Light no es completamente
infalible, sin embargo tiene excelentes elementos que te harán pasar un buen
rato en un mundo post apocalíptico lleno de terror y astucia, por esto y más…
MARCA TENEDENCIA GAMER.
Lo mejor:
*Banda sonora que sumerge al jugador
en la trama.
*Apartado gráfico envidiable.
*El contraste de dificultades
entre el día y la noche.
*Creación de recursos y necesidad
de exploración que obligan al jugador a salir de su zona de confort.
*Cooperativo local pulido (pero
no perfecto) y online muy divertido.
Lo peor:
*Falta de motivación para muchas
misiones secundarias.
*Checkpoints inconsistentes.
*Demasiado armamento en la mitad
más avanzada de la historia, lo cual quita cierto reto a la supervivencia y lo
convierte, en varias ocasiones, más en un FPS que en un Survival Horror.
*Mantención lineal antes de
morir, inexistente.
Calificación
4/5
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